ME SÉ ACEPTADO*



Espíritu Santo, el temor de no ser aceptado me produce una inseguridad inmensa, me paraliza. En el fondo sé que tengo que aceptar que soy vulnerable, que no soy perfecto, que estoy expuesto a fallar, que no puedo contentar y satisfacer a todos. Esa es la humildad que me pides, la de aceptar mi fragilidad, mi verdad. Cuando veo lo que Jesús hizo con Pedro, que le confirmó su confianza aún después de la traición, me conforta y me da inmensa confianza. Gracias, Espíritu de Amor, en ti me siento seguro, me sé aceptado y amado tal cual soy, sin condiciones, como un bebé en brazos de su madre. _© Padre Evaristo Sada, LC_

Comentarios

Entradas populares de este blog

Enfermedades del corazón. Causas, tipos, tratamiento y prevención

"Cada cabeza es un mundo"