Depresión mal consejero
¿Cuál es el significado psicológico y espiritual del deseo de muerte?
El significado espiritual es el deseo del Ser Inferior de rechazar la vida en el sentido espiritual. La vida en el sentido espiritual significa la lucha, el esfuerzo y todos los muchos requisitos necesarios para salir de la oscuridad o de la muerte espiritual. Alcanzar la luz y la libertad, alcanzar la luz eterna no puede lograrse sin la lucha que ha de darse en el camino. Sólo pueden hacerlo mediante sus propios esfuerzos. Nadie puede ni quiere hacerlo por ustedes. ¡Dios no va a hacerlo por ustedes! Les ayudará si tienen el deseo sincero de hacerlo. Si no quieren rehuir o aplazar este trabajo, les brindará una incalculable ayuda. Pero no lo hará por ustedes. ¡Eso no puede ser! Su aplazamiento, su desidia, su pensamiento fantasioso de que, después de todo, podría no ser necesario este esfuerzo, son, todos ellos, síntomas del deseo de muerte que surge de la pereza del alma.
El sentimiento oculto de que esto es innecesario y de que las circunstancias después de la muerte son quizás muy diferentes constituye el deseo de muerte. Porque si lo que desean en esa parte de su naturaleza fuera cierto, no habría dicha, ni luz, ni vida eternas, amigos míos. Desean la muerte, desde luego, porque no quieren hacer el trabajo ustedes mismos. Si el trabajo pudiera hacerse sin la intervención de ustedes, no tendrían este deseo de muerte. Un ateo es el ejemplo más típico y más fuerte de una persona que tiene el deseo de muerte.
¿Por qué se aferra obstinadamente el ateo a su tipo particular de superstición, que consiste en afirmar que no hay nada después de la muerte? Los ateos dicen que la persona religiosa es fantasiosa, soñadora e idealista. Y yo sostengo lo contrario, amigos míos. El ateo es el fantasioso. Espera que cuando muera todo se haya acabado y tenga una inconsciencia y un sueño eternos, y que no se le pidan cuentas de nada. ¡Esa es la forma más fuerte de pensamiento fantasioso! Y todos los ateos deberían pensar en ello de esta manera. Y siempre que mis amigos tienen dudas recurrentes, es su deseo de muerte el que habla y los hace concebir la fantasía de que tal vez no sea necesario que venzan sus propios obstáculos internos.
Que el deseo de muerte se haya interpretado de manera diferente en diversas escuelas psicológicas de pensamiento es algo que no trataremos aquí, pero, básicamente, el deseo de muerte es lo que acabo de decir.
El significado espiritual es el deseo del Ser Inferior de rechazar la vida en el sentido espiritual. La vida en el sentido espiritual significa la lucha, el esfuerzo y todos los muchos requisitos necesarios para salir de la oscuridad o de la muerte espiritual. Alcanzar la luz y la libertad, alcanzar la luz eterna no puede lograrse sin la lucha que ha de darse en el camino. Sólo pueden hacerlo mediante sus propios esfuerzos. Nadie puede ni quiere hacerlo por ustedes. ¡Dios no va a hacerlo por ustedes! Les ayudará si tienen el deseo sincero de hacerlo. Si no quieren rehuir o aplazar este trabajo, les brindará una incalculable ayuda. Pero no lo hará por ustedes. ¡Eso no puede ser! Su aplazamiento, su desidia, su pensamiento fantasioso de que, después de todo, podría no ser necesario este esfuerzo, son, todos ellos, síntomas del deseo de muerte que surge de la pereza del alma.
El sentimiento oculto de que esto es innecesario y de que las circunstancias después de la muerte son quizás muy diferentes constituye el deseo de muerte. Porque si lo que desean en esa parte de su naturaleza fuera cierto, no habría dicha, ni luz, ni vida eternas, amigos míos. Desean la muerte, desde luego, porque no quieren hacer el trabajo ustedes mismos. Si el trabajo pudiera hacerse sin la intervención de ustedes, no tendrían este deseo de muerte. Un ateo es el ejemplo más típico y más fuerte de una persona que tiene el deseo de muerte.
¿Por qué se aferra obstinadamente el ateo a su tipo particular de superstición, que consiste en afirmar que no hay nada después de la muerte? Los ateos dicen que la persona religiosa es fantasiosa, soñadora e idealista. Y yo sostengo lo contrario, amigos míos. El ateo es el fantasioso. Espera que cuando muera todo se haya acabado y tenga una inconsciencia y un sueño eternos, y que no se le pidan cuentas de nada. ¡Esa es la forma más fuerte de pensamiento fantasioso! Y todos los ateos deberían pensar en ello de esta manera. Y siempre que mis amigos tienen dudas recurrentes, es su deseo de muerte el que habla y los hace concebir la fantasía de que tal vez no sea necesario que venzan sus propios obstáculos internos.
Que el deseo de muerte se haya interpretado de manera diferente en diversas escuelas psicológicas de pensamiento es algo que no trataremos aquí, pero, básicamente, el deseo de muerte es lo que acabo de decir.
Para acompañamiento profesional en esos momentos difíciles
de la vida
Martin Mayorga
Psicoterapeuta/ psicólogo
Mediante hipnosis clínica, psicoterapia humanista y Gestalt
trata diferentes padecimientos, depresión, ansiedad, stress, etc…
Citas al 9981-21-91-43
O en el Grupo Medico Palenque, av. Palenque nª 87
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